Cuando el FC Barcelona se embarcó en la remodelación del Spotify Camp Nou como parte del ambicioso proyecto Espai Barça, no solo buscaba un aforo ampliado a 104.000 espectadores y un diseño más moderno.
A continuación, puedes escuchar el podcast del articulo, realizado con NotebookLM:
El club ha asumido un reto ambiental que resuena con una necesidad global: transformar el proceso de construcción, una actividad responsable de generar aproximadamente el 35% de los residuos totales de la Unión Europea. La solución del Barça es convertir el viejo Camp Nou en su propia cantera.
En lugar de limitarse a demoler y desechar, la estrategia se centra en la economía circular, buscando activamente la sostenibilidad para erigir un nuevo estadio sostenible. El club no solo planea construir sobre la estructura de hormigón existente sino que está reutilizando los propios escombros de las demoliciones previas.
El Cementerio se Convierte en Fábrica: La Planta de Reciclaje In Situ
El componente más innovador del proyecto es la implementación de un circuito cerrado de materiales directamente en los terrenos adyacentes al estadio.
Para gestionar los residuos de construcción y demolición (RCD), el club instaló una planta de tratamiento de materiales en el solar del antiguo Miniestadi. El propósito es reciclar el hormigón y el acero extraídos de las demoliciones para reintegrarlos en la construcción del nuevo Spotify Camp Nou.
Esta planta de reciclaje, que disponía de aproximadamente 54.000 metros cúbicos de escombros, está diseñada para funcionar hasta que se trate la totalidad del material de derribo.
La instalación de una planta móvil en la propia obra tiene beneficios inmediatos, como el ahorro en el proceso de extracción de materias primas vírgenes. De hecho, esta práctica es reconocida por la industria como una herramienta que minimiza las emisiones de CO2 y reduce los costes al evitar el transporte constante del material fuera y dentro de la zona de trabajo.
El Ciclo del Hormigón y el Acero: De Escombro a Estructura
El núcleo de la circularidad en el proyecto del Camp Nou reside en la separación y reutilización de sus dos materiales principales:
- El Hormigón Triturado (Áridos): El hormigón obtenido de la demolición se somete a trituración en diferentes granulaciones. Una vez procesado, este material se reutiliza como materia prima en la construcción del nuevo estadio.
- Usos No Estructurales (100% Reciclado): La legislación vigente permite la reutilización del 100% del hormigón reciclado para usos no estructurales, como nivelación y zanjas. En este ámbito, se podría incluso utilizar el árido fino para el llamado “hormigón de limpieza”.
- Usos Estructurales (Límite Legal): Para el hormigón estructural (utilizado en la nueva estructura del estadio), la normativa establece que se puede sustituir un máximo del 20% del árido grueso por árido reciclado de hormigón.
- Relleno (Terraplenado): El resto de los áridos reciclados que no se incorporan a la producción de nuevo hormigón se reutilizan en su totalidad para terraplenado (relleno del terreno).
- El Acero (Casi 100% Reciclado): El acero es conocido por su capacidad de reutilización indefinida sin perder resistencia. En el Camp Nou, el acero extraído de las demoliciones se transporta a una empresa externa especializada para el proceso de reciclaje.
Posteriormente, este material se devuelve a la obra con un porcentaje mínimo de material reciclado del 97%, listo para formar parte del hormigón armado y de la nueva estructura del futuro estadio. Este enfoque de reutilizar el acero puede reducir las emisiones hasta en un 75% en comparación con el uso de acero virgen.
Más Allá de los Escombros: El Objetivo Cero Carbono
La aplicación de la economía circular en el Camp Nou tiene un impacto cuantificable en los objetivos climáticos del club:
- Reducción de Huella de Carbono: El hormigón y el acero reciclados representan aproximadamente más del 50% de la huella de carbono de las obras del Espai Barça. El objetivo general del club es reducir a la mitad la huella de carbono de la construcción del estadio a través del uso de estos materiales reciclados.
- Colaboración Industrial: Empresas del sector, como Molins, están activamente involucradas, habiendo instalado una planta para valorizar 100.000 toneladas de residuos de la demolición para convertirlos en materias primas secundarias. Hasta agosto de 2024, 80.700 toneladas de residuos habían sido recicladas, incluyendo 16.400 toneladas utilizadas para fabricar hormigón con una huella de carbono reducida.
- Innovación Energética: El compromiso va más allá del reciclaje de RCD. El nuevo Camp Nou contará con un techo retráctil cubierto por 30.000 metros cuadrados de paneles solares. Esta instalación generará energía para alimentar una pantalla de 360 grados que rodeará las gradas, al tiempo que se busca un ahorro sustancial en los esfuerzos energéticos necesarios para la construcción y operación.
- Certificaciones: El proyecto ha obtenido ya certificaciones internacionales de sostenibilidad, incluyendo la Certificación BREEAM (en mayo) y dos certificaciones Biosphere (en abril).
En definitiva, al integrar el reciclaje y la reutilización directamente en el sitio de la obra, el FC Barcelona está demostrando que las megaconstrucciones pueden adoptar el modelo de “mina urbana”, transformando los residuos de su pasado en los cimientos de su futuro y marcando un hito crucial en la transición ecológica del sector de la construcción.
